Obesidad y síndrome de intestino irritable: Alimentos que contribuyen a mejorar los síntomas y bajar de peso.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) es un trastorno digestivo funcional, no causado por una infección o un problema estructural. La causa es desconocida y no hay pruebas diagnósticas directas que identifiquen el problema. Entre los síntomas resaltan los dolores abdominales, alteración en las deposiciones, distensión abdominal, dolor de espalda o de cabeza.
Mediante algunos cambios en la alimentación y con la realización de actividad física, no sólo vas a perder peso, sino también mejorarás los síntomas del síndrome de intestino irritable.
La ingesta de probióticos (microorganismos vivos que suministrados adecuadamente promueven beneficios en la salud) puede ser fundamental para disminuir los síntomas asociados al síndrome de intestino irritable.
Estudios realizados en pacientes con síndrome de intestino irritable que han seguido dietas bajas o libres en FODMAPs (fermentable oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos and polioles) evidencian mejora de los síntomas.
Entre los alimentos permitidos en una dieta libre de FODMAPs destacan:
Cereales sin gluten como arroz y avena. Entre las verduras: el pepino, la zanahoria, la papa, la calabaza, las aceitunas, el pimiento rojo, el tomate y los germinados de alfalfa. Entre las frutas puedes elegir el melón, el plátano maduro, la mandarina, las fresas. Además, de preferencia emplea lácteos sin lactosa.
A continuación te señalamos los alimentos que pueden empeorar los síntomas del intestino irritable y debes evitarlos:
Los garbanzos, lentejas, frijol; podrías consumirlos en purés y en poca cantidad, además algunas verduras como coliflor, col, espárragos, acelga y cebolla cruda.
Evita las bebidas gasificadas, las bebidas alcohólicas, las sopas instantáneas, los frutos secos y la comida condimentada y muy picante.
La dieta libre de FODMAPs puede ser efectiva en algunos pacientes, sin embargo es esencial una asesoría médica y nutricional que personalice la dieta y haga un seguimiento de la misma para lograr una buena adherencia a la misma y evitar desequilibrios nutricionales.
Por tanto, si padeces del síndrome de intestino irritable y además necesitas bajar de peso, no te sometas a dietas estrictas, asesórate con la especialista y practica estas tres recomendaciones finales: Consume más agua, realiza alguna actividad física, y sobretodo respeta las horas de tus comidas.
Lic. Steve Gomez H.
CNP: 5004
NUTRICIONISTA LAIN
Bibliografìa http://revista.nutricion.org/PDF/lopezvaliente.pdf