INTERACCIONES ENTRE FÁRMACOS Y ALIMENTOS

La interacción entre fármacos y alimentos se debe la presencia de una relación entre un medicamento y un componente del alimento, sea de un nutriente o una molécula biológicamente activa.

Estas interacciones alteran la respuesta terapéutica del paciente, reduciendo la eficacia de un fármaco o aumentando su toxicidad.

Es importante tener en cuenta este aspecto durante una terapia farmacológica, para minimizar cualquier riesgo para el paciente.

La presencia de alimentos en el estómago puede alterar la absorción de fármacos por diversos mecanismos como por efecto de barrera física, aumento de la absorción, disminución de la absorción, aumento del peristaltismo, antagonismo competitivo e inhibición enzimática.

Existen medicamentos que deben consumirse alejados de los alimentos como son:

Los bifosfonatos (alendronato, risendronato, etc) se consumen en la mañana con abundante agua, por lo menos 30 minutos antes de ingresar algún alimento. La absorción del alendronato disminuye en 60% cuando se ingiere con café.

Los sedantes e hipnóticos deben consumirse a una distancia temporal de dos horas de la cena. Es recomendable, adelantar la cena para administrar el fármaco.

Los antibióticos deben consumirse una hora antes o dos horas después de los alimentos. Los alimentos pueden disminuir la biodisponibilidad de la azitromicina en casi un 50%.

Las quinolonas como el Ciprofloxacino y norfloxacino forman quelatos con el calcio si se administran conjuntamente con lácteos, que interfiere en su absorción y la biodisponibilidad será mucho menor, por lo cual se recomienda no ingerir lácteos hasta 2 horas después de la administración del medicamento.

La administración conjunta de tetraciclinas con derivados lácteos también genera una interacción debida a la formación de quelatos con el calcio y la absorción del fármaco es menor.

La levotiroxina, hormona tiroidea, debe consumirse 30 a 60 minutos antes del desayuno para que el alimento no altere su absorción.

Una dieta rica en vitamina K con espinaca y brócoli puede provocar una disminución en la eficacia del acenocumarol, ya que existe una competición entre los anticoagulantes y la vitamina K contenida en estas verduras.

La vitamina C mejora la tolerancia gástrica del ácido acetilsalicílico porque tiene la capacidad de neutralizar los radicales libres del oxígeno. Por otro lado, esta vitamina incrementa la biodisponibilidad de los preparados con hierro; es aconsejable, por tanto, la administración conjunta.

La ingesta continuada o puntual de alcohol durante las comidas, puede provocar también la inhibición o la inducción de ciertos fármacos, especialmente de los que actúan sobre el sistema nervioso central. El alcohol interacciona con casi el 50% de los medicamentos (psicofármacos, analgésicos, anticoagulantes, antihipertensivos, antihistamínicos).

Bibliografía:
http://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-medicamentos-alimentos-interacciones-13018290
http://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-interacciones-alimentos-medicamentos-consejos-desde-farmacia-13026485
http://infoalimenta.com/ciencia/107/65/interacciones-entre-alimentos-y-medicamentos/
https://baptisthealth.net/baptist-health-news/es/las-interacciones-entre-alimentos-y-farmacos-cuales-combinaciones-deben-evitarse/
file:///C:/Users/MANUEL/Downloads/Libro_interaccion_entre_farmaco_y_nutrie.pdf

Lic. Judith Soto
CNP: 5503
Nutricionista LAIN.