Uno de los peligros a los que se enfrenta la salud en verano es la deshidratación. Las altas temperaturas y no llevar una alimentación saludable pueden provocar una reducción delicada de los líquidos y sales minerales que necesita el organismo para realizar normalmente sus funciones y darnos algún que otro susto.
Se recomienda que, en condiciones normales, bebamos alrededor de dos litros de agua al día, esto es, entre cinco y diez vasos. Una cantidad que puede ser superior ahora en verano y cuando ya han aparecido algunos síntomas de deshidratación como excesivo calor, sed extrema, fiebre, diarrea o vómitos. El líquido que se ingiere, además, no solo debe ser de bebidas fundamentalmente agua y bebidas con sales minerales y azúcares, sino en los alimentos que forman parte de nuestra dieta diaria en esta época como frutas y verduras.
Otros consejos para prevenir la deshidratación son: evitar comidas copiosas y, en esos casos, aumentar la ingesta de líquidos; controlar la aportación de alcohol al organismo, ya que deshidrata; o estar especialmente atentos a los grupos de riesgo: niños lactantes, embarazadas y adultos mayores.
Evita sentirte mal
Cuando alguien padece golpe de calor, debe evitar exponerse al sol; usar ropa muy ligera y poner compresas con agua fría para disminuir el calor en su cuerpo.
En personas obesas
También expresó que las personas con sobrepeso u obesidad, que están tomando algún antigripal o anti convulsionante, corren mayor riesgo de padecer golpe de calor:
Para evitar que el exceso de calor dañe la salud, hay que permanecer en ambientes templados, tener la casa bien ventilada, realizar actividad física entre las 8 y 10 de la mañana o después de las 18 horas y consumir suficientes líquidos.
Disminuye riesgos
Para evitar la deshidratación debes ingerir muchos líquidos, sobre todo en los días calurosos, secos y/o ventosos. Ten en cuenta que beber agua no añade calorías a tu dieta y es muy benéfico para tu salud.
Cuando desees caminar a elevadas temperaturas, recuerda usar un sombrero o gorra; ropa ligera y clara, para que te mantengas fresco y sudes menos. Los expertos en salud aclaran que si durante tu caminata o paseo, te sientes mareado o tienes mucha sed, descansa por varios minutos; siéntate en un lugar fresco y bebe agua natural.
Adiós a la cafeína
El hecho de no consumir bebidas que contengan cafeína, como el café, el té y los refrescos de cola, puede ayudarte a evitar la deshidratación. La razón es sencilla: La cafeína es diurética, lo cual hace que vayas al baño más seguido.
Ocasionalmente, la deshidratación puede ser un signo de algo más grave, como la diabetes, de modo que es posible que el médico te mande algunos análisis para descartar otros problemas potenciales. ¡Tómalo en cuenta!
BIBLIOGRAFIA
Lic. Dayana Cornejo.
Nutricionista LAIN
CNP 6319