Estudios realizados señalan que existen pruebas que cantidades mayores de grasa corporal están asociadas con mayores riesgos a padecer varios tipos de cáncer. Las personas obesas tienen con frecuencia una inflamación crónica que causa daño al ADN que puede conducir al cáncer.
El tejido graso produce cantidades en exceso de estrógeno; y las concentraciones altas de esta hormona se han asociado con riesgos mayores de padecer cáncer de seno, de ovario, de endometrio, entre otros. El riesgo de padecer cáncer de endometrio aumenta con el aumento de peso en la adultez.
Por otro lado, las personas obesas suelen tener hiperinsulinemia o resistencia a la insulina que puede promover la formación de cáncer de colon, de riñón, próstata y de endometrio.
Entre los cánceres relacionados al incremento de peso figuran: cáncer de hígado, de ovario, de esófago, páncreas, colorrectal, vesícula biliar, seno y tiroides.
Por otro lado, también se encontró en estudios que la obesidad puede empeorar varios aspectos de la supervivencia al cáncer.
Se sugiere evitar el consumo de alcohol, el exceso de azúcar, carnes rojas, lácteos, edulcorantes artificiales y evitar el tabaco.
A su vez, llevar un estilo de vida saludable, es decir, consumiendo una dieta rica en frutas y verduras, carnes blancas, grasas buenas como el aceite de oliva, palta, aceitunas, etc, realizar actividad física, beber 2 litros de agua al día, mantener un peso saludable y dormir 8 horas diarias.
Bibliografía:
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/obesidad/hoja-informativa-obesidad
Lic. Silvia Diaz
Nutricionista LAIN
CNP: 5912